Transistoria, o la transitoriedad de la historia.

Transistoria, o la transitoriedad de la historia.

Música electroacústica para la instalación de igual nombre realizada con la artista plástica Margot Römer en el año 2003

Cinco instalaciones que devinieron en igual número de videos que representan a las dos artistas participantes, con clara percepción de su transitoriedad, en cinco momentos de la historia del arte occidental. La música fue estructurada con fragmentos propios y prestados, intervenidos electrónicamente para lograr ambientes y situaciones hipotéticas, exaltando al cotidianidad y la realidad socio-política de Venezuela a comienzos del siglo XXI. Esta apropiación de imágenes y sonidos, derecho adquirido en la posmodernidad, produce una fuerte carga lúdica que, a través de un lenguaje irónico, imposibilita cualquier relación nostálgica con el pasado.

1.“Hagamos acto de ausencia” Las creadoras, a través de monitores con videos de sus  rostros cual cariátides, cantan vocalises típicos de las sopranos coloratura, y recitan poemas de Eurípides rodeadas de un ventoso ambiente impregnado de música de la Grecia helénica, apenas interrumpido por el ruido de una lejana motocicleta .

2.“Mateo 16,18.” A los costados de la cúpula de San Pedro, en el Vaticano, está  representada la memorabilia sacramental de las dos autoras, con una enorme serpiente que simboliza la eterna lucha entre el bien y el mal. Música litúrgica se contrapone a la violencia sonora del rock, compartiendo entonaciones de rituales de brujería de África oriental.

3.“¡Oh Terror!” La proyección de Marat trasladado al siglo XXI venezolano. Se escucha una sonata clásica mozartiana, cuyo primer tema es una versión libre del Himno de la Federación Venezolano; el segundo tema está elaborado con fragmentos de canciones propias de las revoluciones venezolanas de los siglos XIX y XXI, citas musicales diversas, aviones y helicópteros.

4.“Suprimetismo.” Versión posmoderna de 4´33´´ de John Cage.

5. “Yo soy todos los hombres de la historia.” La metonimia y la ironía se expresan a través de una pared que exhiben fotocopias del ojo derecho y del izquierdo de la que mira y de la oreja izquierda y la derecha de la oye. En la pared de fondo destaca el texto de Nietzsche: Yo soy todos los hombres de la historia, redactado en los siete idiomas que involucran las Instalaciones: griego, italiano, latín, francés, ruso, castellano e inglés, y en el piso reposa un cojín de satén rojo en forma de sensual boca de mujer. La música es una suerte de autobiografía musical de Benedetti, con fragmentos propios en interacción con citas y asociaciones musicales y literarias, ritmos, cantos y sonidos de innegable influencia en sus primeros cincuenta años de vida.

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